El pasivo se dispara hasta los 1,35 billones de euros en
2020, confirma el Banco de España
La deuda de las
Administraciones Públicas, según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE) que se
envía a la Comisión Europea, alcanzó a finales de 2020 un saldo de casi 1,35
billones de euros, elevando la ratio de deuda y PIB al 120%, 24,5 puntos
porcentuales más que en el último trimestre de 2019. Este incremento de la
ratio, según los datos actualizados este miércoles por el Banco de España, se
debió tanto al aumento de la deuda en valor absoluto como al descenso de la
riqueza del país, llevando la tasa de crecimiento del saldo de deuda al 13,2%
en términos interanuales.
Los gastos
derivados de la pandemia y la incorporación de la Sareb al cómputo del sector
público, explica el supervisor en una nota, dispararon los valores públicos
hasta la cifra total de 1.345.570 millones, la más alta de la serie histórica
que arranca en 1995.
Este repunte
está relacionado tanto con el impacto económico de la pandemia, que multiplicó
casi por cuatro el déficit en el año del Covid, como con el efecto contable de
la reciente decisión de Eurostat de incluir a la Sareb dentro de este perímetro,
lo que ha supuesto añadir 34.182 millones adicionales de deuda.
Este incremento
del endeudamiento, unido a la contracción económica derivada de la crisis
sanitaria y económica, elevaron la ratio de deuda sobre el PIB hasta el 120%,
por encima del 118,8% del PIB que preveía el Gobierno. Con todo, de no haber
sido por el incremento asociado a la Sareb, el cierre del año habría sido mejor
del proyectado inicialmente por el Ejecutivo. Los datos publicados hoy suponen
también una revisión al alza de los avanzados en febrero: una deuda de
1.311.298 millones, el 117,1 % del PIB.
En cuanto a la
evolución en los distintos subsectores de las administraciones públicas, el
saldo del conjunto de la administración central se elevó a 1,2 billones, lo que
representa el 107,6% del PIB. El crecimiento de la deuda de este subsector en
2020 fue de 146.000 millones de euros, de los cuales 34.000 millones vienen de
la Sareb. Por su parte, el saldo de deuda de las administraciones de la
Seguridad Social se situó en 85.000 millones, con un crecimiento interanual del
55,1%.
Por lo que
respecta a las administraciones territoriales, la deuda de las comunidades
autónomas creció hasta los 304.000 millones de euros en diciembre de 2020, un
27,1% del PIB, con un aumento interanual del 2,9%, mientras que la deuda de las
corporaciones locales se situó en los 22.000 millones de euros, lo que
representa un 2% del PIB y supone un 5,5% menos que el saldo registrado un año
antes.
Cataluña se
mantuvo como la región más endeudada en términos absolutos (79.119 millones, 65
millones más que en 2019), seguida de la Comunidad Valenciana (50.807
millones), que además fue la región que más aumentó su deuda durante el pasado
año (al sumar 2.367 millones más). Precisamente la Comunidad Valenciana era al
cierre de 2020 la región más endeudada en relación a su PIB (un 48,6 %) y la
que más deuda acumuló en 2020 en términos relativos (6,8 puntos de PIB). Le
seguían Castilla-La Mancha (un 39,7 % de su PIB, 4,8 puntos más), Cataluña
(37,1 % de su PIB, 3,7 puntos más) y Murcia (34,9 % de su PIB, 5,3 puntos más).
Canarias fue la
única comunidad autónoma que redujo su deuda en 2020 –en 201 millones, hasta
los 6.412 millones–, aunque el impacto de la pandemia sobre la economía del
archipiélago hizo que se incrementara en términos relativos, sumando 1,1 puntos
hasta el 14% de su PIB-.
Atendiendo a la
distribución del saldo según este desglose de instrumentos, en diciembre de
2020 la deuda se encontraba materializada principalmente en pasivos a largo
plazo, al representar un 92,5% del total, siendo especialmente significativo el
peso de los valores a largo plazo con un 80%, al tiempo que el porcentaje de la
deuda a corto plazo era de un 7,5%.
Los economistas
mantienen su previsión de deuda
El Consejo
General de Economistas (CGE) revisó también este miércoles una décima a la baja
la previsión de crecimiento del PIB de España, hasta el 5,6% en 2021, un
empeoramiento de las expectativas debido al retraso en la vacunación, la demora
del plan de recuperación europeo y la cuarta ola. Sin embargo, los economistas
ven probable que las ayudas europeas empiecen a materializarse a final de este
año, pero sobre todo en 2022, por lo que se espera que sus efectos se noten en
el próximo año, en torno al 1% del PIB, de ahí que hayan elevado la previsión
de crecimiento para 2022 al 5,4%. Los economistas mantienen en torno al 10% el
déficit público, aunque el objetivo del Gobierno es que se sitúe por debajo del
7%. También mantienen la estimación de que la deuda pública se sitúe entre el 119%
y el 121% del PIB para 2021.
Por su parte,
también han mantenido la previsión de que la tasa de paro se sitúe en una
horquilla entre el 16,5% y el 17,5%, suponiendo que los ERTE se mantengan hasta
final de año. Temen, no obstante, que gran parte de los trabajadores acogidos a
esta protección, hoy en torno a los 900.000, acaben finalmente desempleados, lo
que hará incrementar aún más el gasto público.